REVIEWS
Descendents – Hypercaffium Spazzinate
Review del séptimo disco de la legendaria banda que vuelve a la carga tras doce años.
Es algo común que con el paso del tiempo algunas bandas den un salto de calidad en cuanto a nueva música. Si bien hay bandas como Def Leppard que sobreviven gracias a la inercia hay bandas que nunca llegaron al mainstream comercial mundial. Al estrellato y se cree que es porque todavía tienen que demostrar algo. A la mierda con ese pensamiento. Descendents son un claro ejemplo de lo contrario. Se puede ser el mismo adolescente punk rocker con 40 o 50 años y tocar cada vez mejor.
Cuando se anunció la salida de un nuevo material de Descendents todos nos pusimos inmediatamente contentos. Más de uno se habrá hecho en los pantalones de la emoción. Es algo que sucede cada un buen puñada de años y en verdad no sabés si habrá otro. Por eso lo celebramos. Y aún más sabiendo que van a venir en diciembre, a Argentina, a presentar “Hypercaffium Spazzinate” su flamante nuevo disco. Su séptimo trabajo, el primero en doce años y que fue editado por Epitaph Records.
Desde el vamos hay que tener en cuenta que este álbum no es “Milo Goes To College” ni “Everything Sucks” pero para una banda de casi cuatro décadas aún conservan esa misma energía y vida misma. Eso, es una hazaña impresionante. Puede sonar medio tonto pero es impresionante como suenan a ellos mismos. Incluso nos siguen mimando y sus artes de tapas continúan siendo esa caricatura que todos amamos. Que más de una vez dibujamos aburridos en las carpetas cuando íbamos a la escuela y esperábamos con ansiedad el fin de semana para irnos a algún recital, estar con nuestros amigos y emocionarnos adentro de un pogo.
En “Hypercaffium Spazzinate” Milo suena genial. Toda la banda aún continua con su vigor intacto. Sus rasgos nerds, la estética y la ideología anti-rockstar. La banda canaliza toda esa energía en 16 canciones que queríamos escuchar. Hay muchos ganchos, melodía y fuerza ¿Qué más queremos de Descendents? Fueron, básicamente, uno de los responsables de lo que fue el pop-punk que otros tomaron, lo empaquetaron, lo hicieron bonito y se lo vendieron a MTV. En definitiva, las canciones de este disco viven y mueren en su simplicidad y es algo que hizo que la banda se conviertieran en verdaderos maestros de esto. Pongan “No Fat Burger” si no me creen. Dura 43 segundos y lo van a entender.
Muchas veces vemos que las retornos de las bandas (esas reuniones de grupos que alguna vez fueron colosales) son un producto manufacturado. Muchas veces lo son. Hay intenciones de agarrar todos los billetes que se pueda para volver a la mansión a jugar a la Play 4. Acá pasa diferente. Ni siquiera es una reunión. Descendents podrá no estar en actividad pero en realidad siempre están. Lo aprendimos desde “Milo Goes The College” que nos enamoró y podemos perdonarle que saquen discos con décadas de diferencia.
En definitiva, nuevamente Descendents escribe un nuevo capítulo en su carrera. Vamos a renegar porque no son sus dos primeros discos ni el “Everything Sucks” pero no dejar de ser genial. De estimularte. Hay que saber entender lo que representa: el reintengro al mundo actual, a la escena musical actual que igualmente hubiese seguido funcionando sin ellos. Con este disco dan cátedra de cómo una banda tiene que volver a aparecer. Tocando lo que uno ama haciendo lo mejor que le sale. A ellos oficio les sobra y dan cuenta de eso.